¿Sabías que en el antiguo Japón solo los niños nobles podían ir a la escuela? Mientras que los hijos de los samuráis, o personas con un alto rango social tenían la posibilidad de aprender con buenos maestros en una escuela formal, los niños que procedían de familias comunes no tenían acceso a la educación. Así que para para resolver esta probemática, en el periodo Edo se crearon unas escuelas llamadas “Terakoya”, de las que te contaré a continuación.

Terakoya (寺子屋) significa “Casa de los niños en el templo”, y tal como lo indica su nombre eran unas instituciones que se improvisaban dentro de los templos budistas, para darles educación básica a niños que no tenían acceso a la escuela formal de aquellos tiempos, y así alcanzar un nivel decente de alfabetización en todo el país. En estas escuelas que empezaron a funcionar en el periodo Edo (1603 – 1868) se les enseñaba principalmente a leer, escribir y a usar el ábaco para hacer cálculos matemáticos.

Los maestros de las Terakoya hacían esto de forma totalmente voluntaria. Eran personas muy mayores, que tenían bastantes conocimientos, y en la mayor parte de los casos eran los mismos monjes los que se encargaban de enseñarles a los niños. En algunos casos también los samuráis hacían de docentes.
Cuando se empezó a notar que este sistema de enseñanza era útil, se comenzaron a abrir terakoyas en todos los pueblos (Se dice que hubo hasta 20.000). Esto ayudo a que los niños que venían de familias normales pudiesen tener una educación aceptable y no tan alejada de la que ofrecían en la escuela de los nobles.
El espacio de enseñanza era bastante modesto, pero de todas formas les daban a los niños todos los materiales y útiles necesarios para estudiar, como pinceles, tinteros, papel de arroz, un ábaco y unas plataformas bajas muy típicas de aquellos tiempos, que eran usadas como un pupitre.
En las Terakoya lo más importante era que los niños aprendieran a leer y escribir a un buen nivel, y poder hacer cálculos matemáticos correctamente. Sin embargo, también se les enseñaba un poco de historia, geografía, y se les daba una instrucción básica para que puedan desarrollar sus propios negocios cuando sean adultos. Por otra parte, la caligrafía japonesa, la ceremonia del té y los arreglos florales también eran una materia ocasional para los niños.

Finalmente el tiempo pasó y llegó la era Meiji (1868), un periodo en el que Japón comenzaba a cambiar drásticamente y a modernizarse. Esta es la época en la que también llegó el fin de los samuráis.
Ya para estas épocas las terakoya y las escuelas para hijos de la nobleza dejaron de funcionar, y todos los niños sin importar su clase social comenzaron a estudiar en la escuela pública como la conocemos actualmente. Hoy en día se hacen representaciones de las Terakoya en películas, y muy usualmente también en obras de teatro kabuki.
¿Qué opinas de las antiguas Terakoya?